Hay lugares y ocasiones en las que las reglas deben seguirse al pie de la letra, como cuando estás con tus amigos y debes seguir las reglas del juego para que todos convivan felices.
Recuerda que las acciones tienen consecuencias, buenas o no tan buenas, y son tu responsabilidad. Osea que toda acción tiene una reacción.
Al entender esto serás una persona más honesta, empática y solidaria, valores que contagiarán a tu familia y amigos, convirtiéndose en una cadena muy positiva.
Haz la prueba
Ve cómo la reacción de una buena acción crece, por ejemplo:
– Cumplir con tus obligaciones de la escuela. Observa cómo mejoran tus notas y tus maestros estarán más contentos.
– Pregúntale a tus amigos cómo se sienten. Ayúdalos siempre que puedas.
– Visitar y convivir con tus abuelos. Los harás felices y tú te sentirás igual.