APRENDIENDO

¿Tu comida sabe a amor?

Más allá de las vitaminas están muchos otros factores que afectan la manera en que los alimentos influyen en nuestro cuerpo. En este mes del amor y la amistad nos preguntamos si nuestra comida sabe a amor y lo hacemos precisamente por que ese es uno de los ingredientes que tiene un efecto importante en lo que comemos. Es como si con una varita mágica agregáramos otro sabor más que nos hace sentir bien cuando alguien nos prepara algo especial sabiendo que nos gusta o que nos hará bien. Por ejemplo, cuando estamos enfermos y nuestra mamá nos prepara un caldito de verduras, nos sabe aún más rico pues ella nos lo sirve sabiendo que hizo todo lo posible para que nos nutra y nos ayude a recuperarnos.

Los alimentos adquieren una carga energética de la persona que los prepara, pero también la manera en que son cortados puede tener un efecto específico en el cuerpo; para adelgazar, vegetales cortados en tiritas largas y delgadas, para ganar peso, cortes más grandes y cuadrados. Los colores de ciertos alimentos también nos avisan de propiedades refrescantes o que brindan calidez. Los verdes que encontramos en las lechugas o hierbas frescas relajan, calman y refrescan. Los rojos y naranjas en pimientos, camotes o zanahorias activan y estimulan. Estas son sólo algunas de las propiedades energéticas de los alimentos. ¿En qué otras puedes pensar?

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