APRENDIENDO

Un niño despertó asustado una noche… eran pesadillas… después de un buen rato se durmió de nuevo. A la mañana siguiente su mamá lo despertó para ir a la escuela, pero él se sentía cansado y tardó mucho en levantarse. Con las prisas llegaron tarde a la escuela y el niño tenía un examen. Nervioso y cansado lo presentó y terminó con dolor de cabeza, por lo cual no pudo salir a jugar con sus amigos. Malhumorado y con poca energía llegó a casa donde finalmente comió y descansó un rato. Todo cambió, ahora se sentía feliz y con ganas de salir a jugar futbol con sus amigos.

¿Te parece familiar esta historia? Pues esto sucede muchas veces y de diferentes maneras; unas veces es por un malestar físico, muchas otras las personas pasan tiempo en aparatos electrónicos durante la noche.

Esto impide un descanso adecuado lo cual nos genera cansancio y estrés al siguiente día. No hay manera de sentirse alegre y con energía si no hemos gozado de una buena noche de descanso.

Procuremos dormirnos temprano todos los días. Tener la habitación a una temperatura agradable, libre de aparatos electrónicos, luces y ruidos. ¡A ponernos la pijama y descansar!

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