APRENDIENDO

El cuerpo debe adaptarse a las diferentes épocas del año. Si nos alineamos con la naturaleza y le proporcionamos alimentos que lo apoyen, disfrutaremos más del calor del verano, los vientos del otoño, el frío del invierno y el renacer de la primavera.

Durante los meses fríos es importante consumir frutas de la estación, en esos meses el cuerpo aprovecha la grasa de las nueces y semillas para protegernos del frío.

Primavera y otoño nos señalan que es tiempo de cambiar nuestra alimentación y buscar platillos de acuerdo al clima.

Durante los meses calurosos, las ensaladas verdes y las frutas tropicales como kiwi, piña y plátano, nos ayudan a mantenernos frescos y activos.

Las pistas nos las da la vegetación; consumamos lo que la tierra nos regala en cada época para apoyar a cada uno de nuestros órganos.

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