APRENDIENDO

Nuestro cuerpo, a pesar de verse sólido, está compuesto principalmente por agua. La sangre que recorre todo nuestro cuerpo contiene gran cantidad de agua. Cada célula está rodeada y contiene en su interior agua. Es tan importante este líquido que no podemos vivir mucho tiempo sin ella.

Durante tiempo de calor, perdemos más agua por la sudoración y naturalmente aumenta nuestro deseo por tomar más líquido. Es importante que recordemos que el mejor líquido para hidratarnos es el agua, agua pura.

También la mejor manera de restablecer los minerales que se pierden por la sudoración es a través de alimentos ricos en minerales como vegetales, semillas, nueces, granos y frutos. Una rica manera de reponernos al momento puede ser por medio de aguas frescas naturales, no endulzadas. También las frutas y/o verduras como la sandía, melón, manzana, jícama, pepino, zanahoria u otras que contienen grandes cantidades de agua además de ser deliciosas nos rehidratan y energizan.

Por mucho tiempo se ha dicho que necesitamos tomar por lo menos dos litros de agua al día, sin embargo ahora sabemos que no todos necesitamos la misma cantidad de agua y que excedernos puede sobre-trabajar nuestros riñones y hacernos sentir cansados. El mejor indicador de la cantidad de agua que necesitamos es la sed. Tampoco debemos esperar a que la sed sea excesiva, y cuando estamos ejercitándonos podemos tomar pequeños tragos de agua para mantenernos bien hidratados.

Cuando viajamos en avión es también necesario rehidratarnos pues el aire en la cabina tiene muy bajo nivel de humedad y eso puede afectarnos. Así que cuando seas seleccionado olímpico o del Mundial en un futuro, no olvides tomar suficiente agua durante tu vuelo para que al llegar logres lo que te hayas propuesto.

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