El ejercicio puede ser tan variado como nos podamos imaginar, y en realidad existen muchas maneras de practicarlo que son benéficas para nuestro cuerpo.

Es importante saber que no necesitamos pertenecer a un club o acudir a un gimnasio, tener equipo costoso o los últimos “gadgets” o accesorios para regalarle al cuerpo un tiempo de movimiento y ejercicio.

Hay quienes aseguran que la caminata al aire libre es el mejor ejercicio pues además nos brinda el beneficio de estar en contacto con el mundo. El aire circulando y el oxigeno que proporcionan los árboles en un parque o una montaña tiene un efecto renovador.

No es indispensable caminar a toda prisa, podemos hacerlo tranquilamente poniendo atención a nuestra respiración y disfrutando del paseo.

Ejercitándonos al aire libre experimentamos a través de todos los sentidos la conexión que tenemos como seres humanos con el resto de la naturaleza. Escuchar el aire, el cantar de los pájaros, oler el aroma de las flores o de la tierra mojada por la lluvia o el rocío de la mañana, sentir la brisa del aire o inclusive la lluvia y observar que somos parte de un mundo maravilloso, al tiempo que recorremos un camino o una vereda, fortalece no solo nuestro cuerpo sino nuestro espíritu también.

Anímate a caminar y a conectarte con la tierra, el sol, las plantas, el aire y el agua.