Un deportista de alto rendimiento, como los que vemos en las Olimpiadas, también es un emprendedor. Ellos, como cualquier otro emprendedor, tienen que construir su carrera con su propio esfuerzo para alcanzar sus objetivos.

En el deporte profesional, el éxito no es necesariamente de los que tienen más habilidades o talento, la gran diferencia la marca quienes tienen mayor pasión y se impulsan con ella. Esa pasión es la que te hace dedicarle más tiempo a practicar un deporte, en ocasiones sacrificar fiestas o paseos, levantarte cuando has tenido derrotas y buscar constantemente retarte a ti mismo para seguir mejorando.

Grandes deportistas de todos los tiempos han compartido el gran secreto para mantener esa pasión con la que iniciaron su carrera deportiva, ¿sabes cuál es?: seguir disfrutando el deporte como niños.

Conserva ese entusiasmo y aliméntalo día con día, aún y ante las dificultades y nuevos retos que se te presenten, será un motor para lograr tus metas.